-Bueno, ahora que estamos todos reunidos y parece
que Dera-chan ya se siente mejor, vamos a continuar con aquello para lo que
hemos venido –empezó Levi mientras aplaudía ligeramente para llamar la atención
del resto-. Antes de nada creo que sería conveniente una presentación formal de
cada uno de nosotros. Sobre todo por el hecho de que algunos habéis llegado
hace poco. Así pues, Lu-chan, te encargo el trabajo.
-¿Por qué él? –se quejó Mammon.
-¿Acaso quieres encargarte tú, Ma-chan? –preguntó la
demonio de pelo multicolor, con tono alegre pero que dejaba una sensación
perturbadora.
-D-de acuerdo...-respondió la niña bajando la
cabeza.
-¡Comencemos entonces! ¡Por orden de nacimiento,
tenemos primero a Leviathan, pecado de la envidia! ¡También llamada Levi para
abreviar! ¡La única demonio especializada en técnicas de agua y temida por su
poder defensivo hasta el punto de ser apodada como “Impenetrable Shell”!
¡Además de eso estuvo ena...!
-Suficiente, Lu-chan.
-Uh, l-lo siento –se disculpó el pecado ante la
intervención de Levi. Por la sensación que le había dado a Eri, el demonio
estaba a punto de hablar de algo privado. ¿Qué era lo que iba a decir?
-¡Continuamos con Asmodeus, pecado de la lujuria!
¡También llamada As para abreviar! ¡Y digo “llamada” por el hecho de que ahora
mismo se encuentra en su forma femenina! ¡As es capaz de cambiar de sexo a
placer! ¡Debido a esto, tiene tanto Setten como Retten en su interior, pudiendo
utilizar tanto habilidades humanas como demoníacas! ¡Debido a esto la apodan
como “Multi-Bazooka”!
-Hubiese preferido un nombre más atractivo. Parece
que pretendan dificultar mis relaciones sexuales –dijo Asmodeus encogiéndose de
hombros.
-Sí, seguramente sea por eso... –murmuró Luka con
expresión de cansancio.
-¡En el puesto número tres se encuentra Belphegor,
pecado de la pereza! ¡También llamada Bel para abreviar! ¡Enfermera cuando está
despierta y demonio cuando duerme! ¡Una vez cierra los ojos es capaz de influir
en la voluntad de los demás, llegando a aumentar el Retten o Setten de aquellos
a los que influye así como manejarlos a placer! ¡Además, también tiene grandes
capacidades de combate cuerpo a cuerpo! ¡Por supuesto, éstas sólo pueden ser
utilizadas cuando está durmiendo! ¡Por ello, se la apoda como “Sleepy Terror”!
-¿Entonces todos los demonios que se hospedan aquí
estaban siendo manipulados por Bel-san? –preguntó Eri.
-Exacto, gracias a ella y a mi protección, hemos
conseguido traerlos sin problemas –declaró Levi.
-Y así también es como nos ayudó a Nanako y a mí
–dijo Kazuma, quien también se encontraba algo mejor tras haber descansado un
poco.
Zebub asintió girando la vista hacia Bel, quien se
había dormido de nuevo.
-Ella va a lo suyo... –murmuró, esta vez, Eri.
-Entonces sigo, ¿no? –preguntó Lucifer, a lo que
todos asintieron.
-¡En cuarta posición, aunque no por ello menos
importante, se encuentra Beelzebub, pecado de la gula! ¡También llamado Zebub
para abreviar! ¡Sanador y transporte en largas distancias!
-¿Cómo debo tomarme eso? –preguntó el aludido.
-¡Además, cuando se transforma se convierte en una
bestia capaz de demolerlo todo! ¡Por ello, también es apodado como “Grand
Monster”!
-Mejor apodo de lo que esperaba –dijo Lilith.
-¡En quinta posición se encuentra Mammon, pecado de
la avaricia! ¡No tiene abreviación pero podéis llamarla Ma-chan, al igual que
Levi!
-¡Al que lo haga me lo cargo! –avisó la niña.
-¡Experta en transformación y telequinesis! ¡Por
ello, también es llamada “Space Hacker”!
-Para mí, Ma-chan siempre será Ma-chan –dijo Levi,
abrazándola como si fuese un peluche pese a la oposición del pecado de la
avaricia.
-¿Por qué yo...?
-¡Y por último, un servidor! ¡Lucifer, pecado del
orgullo! ¡Podéis llamarme Luci para abreviar!
Todos se mantuvieron a la espera de que Luci
extendiese más su presentación, sin embargo, no dijo nada más sobre sí mismo.
-¿Eh? ¿Por qué de los demás has dicho sus
habilidades e incluso apodos pero de ti no? –preguntó Akira, frunciendo el
ceño.
-¿Eh? ¿No lo he dicho? –respondió el demonio
haciéndose el desentendido.
-Yo te contestaré a esa pregunta –dijo Mammon con
sonrisa maliciosa-. Lucifer es el único que no destaca en nada ni tiene
habilidades especiales. De hecho, a él se le conoce por el apodo de “Abnormal”.
-¡Me siento orgulloso de ese apodo! –exclamó el
pecado, hinchando el pecho.
-¿Entonces por qué lo has escondido?
-No quería ensombrecer a los demás.
-Ya...seguro...
-Vale, vale –dijo Levi, intentando desviar el tema-.
En cualquier caso, ya hemos sido presentados todos...
-¡Un momento! –interrumpió Luka- Pero si sois seis.
Quiero decir, ¿no son siete los pecados capitales? Faltaría el de la ira.
La habitación se quedó en silencio. De repente,
todos los pecados pusieron una expresión triste, excepto en el caso de Luci, quien,
debido a la armadura que llevaba puesta, hacía difícil verla.
-La ira es el pecado que correspondía a Chaos
–explicó Levi con una sonrisa melancólica.
-¿Chaos? –preguntó Eri, confusa.
-Es el verdadero nombre de Satán.
-¡¿Eh?! –todos los presentes, salvo Kaoru y los
propios pecados, se sorprendieron.
-Entonces lo de Dios y Chronos... –comentó Derain.
-Dejadme que empiece por el principio –dijo la
demonio de pelo multicolor-. Hace muchísimo tiempo, antes de que existiesen los
humanos, los demonios y los ángeles, nacieron en este mundo los primeros
organismos con consciencia sobre sí mismos. Estos eran dos hermanos, los cuales
se autodenominaron como Chronos y Chaos. En un principio no tenían forma
definida y vagaban por el mundo, conviviendo con otros seres vivos como los
animales y las plantas. Ambos tenían un inmenso poder, sin embargo, no fue
hasta años después cuando, más experimentados y conocedores de lo que les
rodeaba, comenzaron a aprender a usarlo. Fue entonces cuando decidieron
adquirir una forma definida: Chaos tomó una forma humanoide con patas de cabra,
cuernos en la cabeza y alas de ángel; Chronos, por su parte, la de un humano
normal y corriente de piel pálida, pelo negro, alto y fuerte.
Tras esto, decidieron dar el siguiente paso: crear
vida. Aunque eran hermanos, la energía de ambos, que tiempo después se
denominarían como Setten y Retten, era diferente en cada uno. De manera que uno
de ellos crearía a los humanos, basándose en su propio aspecto, y el otro a los
ángeles y los demonios.
-Según la Inquisición, hay otras teorías, como que
los ángeles fueron creados por Dios y algunos se cambiaron al bando de los
demonios, pasando a llamarse “Ángeles caídos” –comentó Akira.
-Sí, y otros escritos dicen que Satán los creó pero
que la gran mayoría prefirió unirse al bando de Dios debido a la maldad de
Satán –replicó Levi.
-Yo siempre he escuchado la historia de que algunos
se mantuvieron como neutrales y otros escogieron un bando –dijo Eri.
-Esa sería la opción más acertada, y la más
extendida entre la mayoría de los demonios. La Inquisición sólo puede hablar de
teorías en este caso pero algunas de ellas le han servido para tener más
seguidores. La verdad, no obstante, es mucho más oscura. Por desgracia, es algo
que sólo sabemos nosotros.
-Pero si es algo que sabíais, ¿por qué no lo habéis
revelado? –preguntó Luka.
-Por nuestra debilidad.
-¿Vuestra debilidad?
Levi asintió.
-Además de los demonios, los ángeles y los humanos;
Chronos y Chaos crearon a alguien más: una entidad con forma de mujer llamada
Biblia.
-¿Biblia? ¿No es así como se llama el libro donde se
recoge la historia de la religión cristiana? –preguntó Akira.
-Precisamente lo adoptaron de ella. Biblia fue
creada con la intención de que registrase la historia a partir de la creación
de las tres especies. Asimismo, también actuaba como núcleo que mantenía bajo
control los poderes de ambos hermanos. Una manera de evitar que estos pudiesen
hacer daño a lo que ellos mismos habían engendrado, ya que desconocían hasta
qué punto podían llegar sus habilidades. Sin embargo, debido a ese control,
Biblia podía ser utilizada en su contra, motivo por el que hicieron que
únicamente ellos y su descendencia directa (hijos, nietos, bisnietos, etc.)
fuesen capaces de activar sus habilidades.
-¿Y qué pasó con Biblia entonces? Quiero decir, no
se habla de ella en ninguna leyenda ni historia –preguntó Eri.
Levi se volvió la vista hacia el resto de pecados,
quienes la miraron y asintieron, incluida Belphegor, quien se había despertado
durante el transcurso del relato.
-Lo que os vamos a mostrar ahora es una combinación
de nuestros recuerdos. Después de verlo, lo entenderéis. Bel-chan, Ma-chan...
Acto seguido, las dos demonios cerraron los ojos,
provocando que, poco a poco, la habitación se oscureciese hasta no verse
absolutamente nada.
-¿Qué está pasando? –preguntó Ahren, quien hablaba
por primera vez desde hacía un buen rato.
-Están combinando sus habilidades. Bel-chan está
manipulando nuestras mentes para conectar todos nuestros recuerdos a Ma-chan,
que está transformando la realidad acorde a ellos. Os pido que, veáis lo que
veáis a partir de ahora, guardéis silencio. De lo contrario, es posible que la
transmisión se vea interrumpida.
Poco después, el escenario se esclareció hasta dar
forma a una verde llanura recorrida por un río de aguas transparentes y
numerosos árboles dispuestos desordenadamente en los alrededores.
A lo lejos se observaban varias casas de piedra de
distinto tamaño, sin embargo la imagen se centraba en una que se situaba cerca
del río, constituida por dos pisos y frente a la que estaba sentado un
humanoide con patas de cabra y el resto del cuerpo de hombre. Además, poseía
cuernos sobre su cabeza y una larga melena de color negro que caía por su
espalda. Asimismo, de su espalda brotaban dos grandes alas blancas.
“Ese debe de ser Sa...quiero decir, Chaos”, pensó
Eri, anonadada por la visión del creador de los de su especie, y por quien, sin
saber por qué, comenzó a tener un sentimiento de nostalgia.
Por su parte, Chaos parecía estar ocupado entrelazando
una serie de hojas de color verde y de aspecto largo y fuerte, formando una
especie de cuerda que se dividía brevemente por el centro volviendo a estar
unido un par de centímetros después, dejando un pequeño espacio entre las dos
ramificaciones.
En ese momento, se escucharon los gritos de unos
jóvenes.
-¡Ni siquiera puedes manejar bien tu Setten!
-¡Eres una vergüenza para los demonios!
-¡Eh! ¡Tengo una idea! ¡Vamos a lanzarlo al río!
-¡Dejadme en paz!
-¡Vamos! ¡Cogedle!
-¡No! ¡Soltadme!
Poco después, aparecieron en escena cinco individuos
de distintas anatomías y colores, cuyos cuernos delataban su procedencia y que
llevaban a un sexto cogido por todas sus extremidades, al cual lanzaron al río
sin ni siquiera una cuenta atrás.
Por suerte, ni el río era profundo ni la corriente
fuerte, por lo que aquella broma pesada no pasó de un buen chapuzón para el
sexto de ellos, quien recibió las carcajadas del resto.
-¡Eh! ¡¿Qué hacéis aquí?! –exclamó Satán, quien se
levantó de su sitio y caminó a zancadas en su dirección.
-¡Se-señor Chaos! –exclamaron los demás poniéndose
rígidos.
-¡¿Le acabáis de lanzar al río?!
-¡S-sólo era una broma!
-¡Pues a mí no me parece que se esté riendo!
¡Disculpaos de inmediato!
-¡Sí, señor! ¡Lo sentimos!
-Y dejad de llamarme señor. Llamadme Chaos a secas
–dijo sonriendo mientras acariciaba la cabeza de uno de los jóvenes, quien se
mostró sorprendido-. En cualquier caso, que no se vuelva a repetir.
-¡Sí! –tras esto, lo cinco se marcharon de allí.
-¿Estás bien? –preguntó Chaos.
-Eres demasiado blando, Chaos.
-¿Tú crees? –preguntó él mientras lo sacaba del
agua.
-Si yo hubiese estado en tu lugar les habría
castigado –el sexto de los jóvenes se escurrió la ropa mientras hablaba. Se
trataba de un joven demonio cuyos cuernos consistían en pequeños conos afilados
que sobresalían de su corto cabello negro. Además, presentaba orejas
puntiagudas y ojos tristes, color azul claro. Su cuerpo era alto y delgado,
dándole un aspecto frágil.
-No es mi manera de hacer las cosas. Al contrario
que mi hermano, considero que si fuese demasiado recto con todos vosotros, no
os dejaría la suficiente libertad como para encontrar vuestro propio camino.
Como especie, creo que eso es importante.
-¿Qué ocurre con mi manera de enseñar? –comentó una
voz justo detrás de Chaos, tras lo cual, éste último recibió un capón en el
centro de la cabeza.
-¡Ah! ¡Eso ha dolido, Chronos! –se quejó Chaos,
dándose la vuelta para encarar a un hombre de pelo negro, un poco más largo que
el del joven demonio pero sin llegar a la melena que ostentaba Chaos, y liso y
algo curvado en las puntas. La complexión de Chronos, sin duda se diferenciaba
considerablemente de la del chaval, mostrando una gran musculatura, con lo que
imponía bastante.
-Eso te pasa por ir diciendo cosas de mí a mis
espaldas.
-Ni que tú fueses diferente... –se quejó Chaos
mientras se cruzaba de brazos, recibiendo otro capón de su hermano- ¡Ay!
-¿Es la primera vez que te hacen algo así? –preguntó
Chronos.
-No, debido a que no puedo utilizar técnicas con el
Setten, los chicos de mi edad me marginan. Dicen que soy un inútil y una
vergüenza para los demonios.
-Oh, quizás alguien debería ponerles en su sitio
–indicó el hombre mientras se crujía los huesos de las manos y se dibujaba una
sonrisa maliciosa en su rostro.
-Ya he dicho que no. No pienso dejar que intervengas
y tampoco voy a hacerlo yo. Es él quien tiene que aprender a resolver sus
problemas y, a ser posible, sin necesidad de violencia.
-Pero yo no puedo hacer nada. Si les contrario me
pegarán y aunque me defienda, no conseguiré hacerles nada. Al fin y al cabo,
soy un inútil...
-Para nada. El hecho de que seas diferente dentro de
los demonios no indica que dejes de ser uno de ellos. Pero para demostrar que
lo eres, tienes que estar orgullosos de quién eres, Luci.
“¿Huh? Entonces, ¿ése es Lucifer?”, se preguntó Eri.
-Confianza en mí mismo –dijo el joven demonio-. Es
difícil cuando nadie confía en ti.
-Yo confío en ti, Luci.
Sin estar muy convencido de sus palabras, Lucifer se
limitó a bajar la cabeza, tras lo cual Chaos se la acarició como si de un
hermano pequeño se tratase. Posteriormente, el joven demonio se marchó de allí,
desapareciendo de la imagen que se proyectaba a los presentes en la habitación.
-¿Estás seguro de esto, hermano? No parece que ese
chico vaya a saber solucionar sus problemas solo. A veces es conveniente
aplicar un castigo adecuado a tus súbditos para que aprendan la lección. El
miedo es una buena manera de mantener el orden.
-Si tengo que mantener el orden mediante el miedo,
entonces prefiero que no haya orden, Chronos.
El hombre resopló, encogiéndose de hombros.
-Como quieras, no me meteré en tus asuntos. Al fin y
al cabo, tú los engendraste y es tu deber decidir cómo guiarlos.
En ese momento, la puerta de la casa se abrió, dando
paso a dos chicas, una de aspecto más mayor que la otra.
La más joven de las dos llevaba un vestido blanco y
el pelo de varios colores, por lo que Eri la identificó como Levi, quien era
prácticamente clavada a la actual salvo que sus facciones estaban más
suavizadas y el cabello le llegaba hasta el cuello en lugar de caer sobre su
espalda.
La otra chica era un poco más alta, destacando su
melena larga y pelirroja, con una trenza que rodeaba su cabeza al igual una
corona, y su expresión afable. También iba ataviada con un vestido, sólo que
éste era de color negro con un cinto dorado que rodeaba la zona de la cadera.
Cuando Eri la vio, una parte dentro de ella comenzó
a sentirse mal, como si algo estuviese revolviéndose en el interior de su
cuerpo.
-¿Huh? ¿Qué estáis haciendo? –preguntó la joven
Levi, acercándose a los dos hermanos.
-Nada, Levi. Sólo charlábamos –respondió Chaos.
-Oh, Levi. Qué bien te queda ese vestido –dijo
Chronos-. ¿De dónde lo has sacado?
-Me lo ha regalado Biblia. Dice que lo hizo
basándose en el diseño del suyo pero que el blanco me quedaba mejor.
-Está preciosa, ¿no crees, Chaos? –preguntó Biblia
dedicándole una dulce sonrisa a la joven demonio.
-Por supuesto –dijo el aludido, provocando que Levi
desviase la mirada con el fin de esconder su sonrojo.
-Os he traído algo de beber –dijo Biblia.
-¡Qué considerada! –exclamó Chronos- ¡Estaba que me
moría de sed!
-Gracias –declaró Biblia-, ¿tú no quieres, Chaos?
Chaos echó un instantáneo vistazo a la zona por la
que se había marchado Luci, poniendo expresión de preocupación. Acto seguido,
decidió dejar de pensar en ello por el momento y aceptó la oferta de Biblia.
Aquella imagen fue desvaneciéndose poco a poco hasta
que la habitación volvió a estar a oscuras, lo que Eri interpretó como un
cambio de escena. Desde su punto de vista, aquella situación era de lo más
alegre y pacífica, nada que pudiese indicar que en algún momento de sus vidas
se produciría una guerra. No obstante, las pequeñas cosas pueden dar lugar a
que poco a poco, todo degenere; y las imágenes que los pecados les enseñarían
más tarde, lo demostrarían.
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