Bueno,
señoras y señores, esto no es lo que parece y es lo que es. Muchos de vosotros
os estaréis preguntando por qué estoy aquí de nuevo, y es de esperar, pero hace
tiempo pensé, ¿por qué Dannwond Fighter no podría tener un rival? ¿Ese tío? ¿Un
rival? ¿El autor ha muerto de cirrosis? No, sigo vivo, la idea ocurrió a partir
de una parida en casa de un amigo, éste se vistió con una bolsa en la cabeza y
una medalla en plan “Soy Dios”, cuando me preguntaron que nombre podría tener
el tío de al lado dije, pues...en fin, mejor que lo veáis vosotros mismos. Como
ya sabéis, esto va a carecer de cualquier sentido, pero esa es su gracia, el
mayor estilo Bobobo de todos los tiempos, incluido el mío.
Dar
mis agradecimientos a los rotuladores “Pintamos para ti y también para Marco
Polo”, la gente de los internados, Flying Kick y el propio Dannwond Fighter que
siempre estará en nuestros corazones...no literalmente, eso sería violento...
DANNWOND FIGHTER 2: PRIMO FIGHTER Y
LA VENGANZA DE LOS BAÑADORES PLAYEROS
Cuando
los conocí no me lo podía creer, luchaban entre ellos como dos seres dignos de
una historia de ficción, como dos gemelos hijos de un padre demonio
y...ejem...bueno, será mejor que hable con propiedad: la pelea no la entendía
nadie, ni siquiera se sabía por qué había objetos como un ajedrez y una máquina
de pachinko ahí en medio pero será mejor que empiece desde el principio para
que todos conozcan la historia de esos dos...
Mi
nombre es Deformed y mi profesión es suicida. Todos los jueves subo a la
terraza y digo que me voy a tirar, luego bajo las escaleras y el portero me
paga, ni yo sé por qué pero mientras reciba dinero me viene a dar igual sus
conclusiones.
El
caso es que un día que bajé, el portero había desaparecido. En un principio
pensé que se había ido de viaje a Jamaica. Todo el mundo quiere irse allí de
viaje. Se ve que es la moda. No entiendo las motivaciones de esas personas, yo
prefiero las profundidades del Océano Pacífico.
Continuando
con mi historia, decidí ignorar el hecho de que no estaba el portero y volví a
casa: “Ya me lo dará el próximo jueves”, pensé...
El
caso es que cuando llegó el siguiente jueves y volví a bajar a la portería vi a
alguien que me estaba esperando. Iba vestido como el portero pero notaba algo
raro en él. Sobre su espalda llevaba colgado un batín rojo a modo de capa,
usaba gafas y sonreía como si me quisiera robar la cara, o al menos esa fue la
sensación que sentí.
-
¿Qué se le aplica? – preguntó sin preocuparse.
-
Esto, ¿es usted el sustituto del portero o algo así?
- Deformed,
¿verdad?
-
¿Cómo?
-
Yo...te estaba buscando...
Lo
siguiente que recuerdo fue a ese tipo quitándose el traje de portero, y
entonces lo reconocí: era aquel al que todo el mundo conocía pero nadie sabía
su nombre, aquel a quien todos habían visto pero nadie sabía quien era, él
era...Dannwond Fighter.
-
¡Lucha contra mí!
Sus
primeras palabras sonaron como un susurro ya que mientras las decía ya me había
golpeado con los codos en ambas orejas. Tras esto decidió agarrarme del pelo.
-
¡He venido a decirte que triunfarás en la vida!
Desplazó
mi cabeza hasta la pared y comenzó a aporrearme contra ella.
-
¡Vas a ser un triunfador! ¡Triunfador! ¡Triunfador!
Por
cada vez que decía aquella palabra mi cabeza era estampada contra el muro. Acto
seguido me lanzó hacia la otra punta del recibidor.
-
¡¿Dónde están tus testículos?!
-
¡¿Qué?! – pregunté incrédulo – Soy suicida, los perdí cuando era joven.
- Lo
entiendo pero tu sexualidad es ¡DUDOSA!
Volvió
a golpearme de nuevo.
-
Bien, tengo una misión que encargarte. Espera aquí hasta el próximo jueves. Aquí,
donde estás. Presiento que algo malo va a pasar y eso malo no te incumbe. Por
eso debes estar aquí.
-
...
-
Cuando todo acabe...lucha contra mí...
Sin
entender nada, atravesó volando el techo de los diecisiete pisos que tenía el
edificio...
-
Así que ésta es la ciudad en la que vive Dannwond Fighter... – un hombre con
gafas y totalmente desnudo excepto por un bañador apareció encima de un
edificio – Debo vengarme por lo que me hizo...
...
Bueno...tras
este lapsus del cual no soy responsable continúo con mi historia. El caso es
que estaba allí esperando cuando llegó él. Este proceso se produjo de la
siguiente manera: ¿os acordáis de que para salir se cargó el techo? Pues para
volver simplemente bajó por los agujeros que hizo aquella vez, eso sí, iba con
mucho cuidado ya que parecía tener miedo a caerse.
-
Las alturas siempre luchan contra mí, son enemigos formidables.
Dicho
esto se situó a mi lado.
- Me
van a atacar...
Después
de estas cuatro palabras algo golpeó a Dannwond Fighter y se lo llevó,
atravesando la pared en la que yo fui golpeado.
-
¡THE DANNWOND!
Por
algún motivo cuando desperté nos encontrábamos los dos en un parque.
-
¿Qué diablos ha pasado?
-
Han debido ser los Masters of Universe, tengo una cita con ellos este domingo.
Sin
razón aparente, Dannwond Fighter había sacado una agenda de contactos.
-
...
-¡Veo
que sigues como siempre, viejo amigo!
Cuando
nos dimos la vuelta descubrimos que no éramos los únicos en ese lugar. Un
hombre en bañador se había unido a la fiesta.
Dannwond
se quedó unos segundos cavilando.
-
¡Eres tú! ¡Dante!
-
¡¿Qué?! ¿No me reconoces? ¿A mí? ¿Tú nuevo rival?
-
¡Por supuesto, Jonás! ¡Cuánto tiempo!
-
¡Esa es la faceta que más odio de ti! En cualquier caso no tengo tiempo para
tonterías. He venido para vengarme, Dannwond Fighter.
- No
recuerdo haberte hecho nada ¿Luchaste contra mí en algún momento y perdiste?
-
¡Por desgracia, sí! Yo sólo intentaba crear un mundo mejor y tú lo destruiste.
Mejoré la economía de este país, creé empleo, evité desahucios, rebajé los
impuestos, y un día viniste y me obligaste a llevar ¡bañador en verano!
-
Eso es cruel, por cierto, lo que has dicho me suena a una historia que ya escuché
hace algún tiempo, Angar.
-
¡Qué no me llamo así! ¡¿Quieres llamarme por mi verdadero nombre de una vez?!
Dannwond
se queda unos momentos pensando, su expresión era seria, y su rostro,
sonriente.
-
Creo que ya lo sé...eres ese tío.
-
¡Me llamo Primo Fighter, idiota! ¡Ambos somos Fighters, deberías reconocerme
enseguida!
- Tiendo
a olvidar a todos aquellos que luchan contra mí alguna vez.
-
Pues te aseguro que esta vez no lo harás.
De
repente Dannwond Fighter me miró y me hizo una señal con la cabeza. Parecía que
me estuviese pidiendo que me acercara así que eso fue lo que hice. Al situarme
a su lado, él volvió a cogerme de la cabeza y me lanzó contra Primo Fighter.
Sin
inmutarse, éste se lanzó contra él, apartándome por el camino y preparándome un
café que sabía a gaseosa...de limón...
En
cualquier caso aquello se volvió una encarnizada batalla en la que ambos
estaban agarrados de las manos y se movían de un lado para otro como si
pretendiesen que uno de ellos perdiese el equilibrio antes que el otro.
-
Esto es lo que querías, ¿eh? Llevarme a tu terreno – declaró Primo Fighter.
- Lo
que no sabes es que tengo un plan.
Fue
entonces cuando Dannwond Fighter sacó una hoja de papel donde había escrito la
palabra “Plan”, acto seguido la arrugó hasta hacerla una pelota y se la
introdujo en la boca a Primo Fighter quien no pudo evitar atragantarse.
-
Todo ha salido según el “plan”.
-
¡Gurgh! – exclamó Primo Fighter como si tuviese algo en la garganta.
- No
se te entiende cuando hablas, tienes que ir a un oculista.
La
ira de su contrincante pareció ir en aumento hasta que alcanzó su límite. En
ese momento todo el escenario se volvió oscuro y pretencioso, como en una peli
de Chanclot Van Dame.
-
¡Grugh! ¡Gruaghguruagh!
-
Los oculistas son para la vista, ¿por qué dices que requieres uno? – preguntó
Dannwond Fighter.
-
¡¿Gough?! – Primo Fighter lo miró entre furioso y confuso, ¿acaso no era él
quien lo había dicho?
Por
fin, Primo Fighter (de ahora en adelante los llamaré DF y PF, así suenan más
cool) se desatascó la tubería que era su garganta y pudo hablar.
-
Ahora entenderás la furia de mi poder.
De
la nada, DF salió volando hacia atrás varios metros y chocó contra un árbol que
estaba convenientemente puesto para hacerle daño.
-
¿Qué ha sido eso? – yo mismo no sabía lo que acababa de golpear a DF.
- Es
difícil de entender mi poder – rió PF -. Lo llamo telequinesis. Inusual,
¿verdad? Estoy pensando en patentarlo. En cualquier caso, la cosa no acaba ahí,
¡soy el mundo y tú una rata!
-
Eso es gratuito – replicó DF mientras se levantaba del suelo -, y a mí me gusta
que se pague por las cosas. Tú, ser vivo, vas a pagar.
-
¡NO!
A
grito de guerra, PF volvió a lanzar contra el suelo a DF, al parecer utilizando
esa extraña “telequinesis” para ejercer presión sobre su espalda y provocar que
envejeciera.
-
¡Mi cutis!
-
Cargaré sobre ti 50000000000000 de historia moderna.
En
ese momento pensé que debía hacer algo. Tenía que ayudar a DF. No sabía por
qué, no es que hubiese hecho algo por mí, pero, sabía que era un superhéroe...
-
¡Dannwond! ¡No debes rendirte! ¡Debes ser fuerte! ¡Yo triunfé en la vida gracias
a ti! ¡Me llamaste triunfador! ¡Me diste un trabajo! ¡Un futuro! ¡Tú me
enseñaste a creer en mí mismo y a reunirme con mi padre desaparecido! ¡Me
ayudaste con los problemas que tenía con mi esposa! ¡Gracias a ti conseguí
reconciliarme con mis hijos! ¡Es por eso que te ayudaré gritando tu nombre para
que algún superpoder raro se active dentro de ti y consigas ganar a tu enemigo!
- Ya
lo he entendido – murmuró DF mientras poco a poco comenzaba a vencer la fuerza
que lo oprimía hacia el suelo – Ahora entiendo quien soy yo y quien eres tú.
Ahora entiendo por qué te ataqué.
-
¿Qué? ¿Está venciendo la presión de mi pirolisis?
DF,
ahora en pie, miraba fijamente a los ojos de su adversario con una expresión al
más puro estilo “hombre cabreado”.
- Lo
recuerdo todo. Recuerdo que tú y yo fuimos a la misma escuela de Fighters, nos
llamaban de alguna manera, algo como los “Masters”, sé que había más delante de
ese apodo pero eso carece de importancia.
-
Je, me alegra ver que has recuperado la memoria. Entonces sabrás la injusticia
que cometiste al condenarme a llevar esta mierda por pantalones.
-
No...no cometí ninguna injusticia...
-
¿Qué?
-
¡Te bañabas con una cota de malla! ¡Te ahogabas siempre que te metías en el
agua y por eso te puse bañador!
-
Eso es imposible...
- No
del todo...tengo urticaria, ¿no te dice nada?
-
No.
- A
mí tampoco.
DF
se acercó a gran velocidad hacia PF y lo golpeó en el estómago provocando que éste
vomitara un ajedrez y una máquina de pachinko, además de dos juegos del
parchís, uno de la oca, tres del trivial y alguna que otra visual novel.
- Ya
has hecho suficiente daño a máquinas inocentes. Hoy llegó tu hora.
Como
si todas sus habilidades se hubiesen potenciado, DF comenzó a golpear a PF de
forma indiscriminada, no obstante, PF no iba a rendirse.
-
¡Esto es una batalla épica!
A
ambos les surgió un aura alrededor al más puro estilo nórdico y le brillaron
los ojos cuales robots de la serie “Mate a Braam”.
- Éste
será el golpe final Dannwond Fighter.
- He
comido tortilla esta mañana.
-
¡AAAAAAAAAAAAAH!
-
¡EEEEEEEEEEEEEEEH!
Se
produjo un choque entre ambas partes y una explosión que destrozó todo el
parque. Cuando el área fue reconstruida por unos obreros estadounidenses, se
pudo ver el resultado de la batalla...
-
Supongo...que esto es un empate...
-
Sí, tienes razón.
Dannwond
Fighter, quien se encontraba totalmente ileso, observaba a un Primo Fighter
cuyos brazos estaban fracturados, sus vísceras asomaban por debajo del abdomen
y sus piernas habían ido a parar a algún área del parque, hoy en día dichas
piernas están en búsqueda y captura...
-
Volveré, Dannwond Fighter. La próxima vez esto será más que un mero empate.
-
Por cierto, esas visual novels que vomitaste...
-
¿Sí?
-
Están en mi Blacklist.
-
Je, lo suponía.
Tras
decir esto, la mitad del cuerpo de Primo Fighter salió volando.
- Te
estaré vigilando...
Finalmente,
desapareció en el horizonte...
Era
jueves otra vez cuando bajé de la terraza para recibir mi paga. Supuestamente
el portero ya había vuelto de sus vacaciones así que era de esperar que
estuviese allí para darme mi dinero. Sin embargo me encontré con Dannwond
Fighter, quien me miró con complicidad.
- Me
has salvado la vida, Francisco.
-
Creía que me llamaba Deformed.
- Te
pega más Francisco.
- ¿A
qué has venido?
- A
agradecértelo. A cambio de lo que has hecho por mí, he decidido que no voy a
enfrentarme a ti. Vas a ser el primero que se libre de un combate contra
Dannwond Fighter, ¿qué te parece la oferta?
-
Supongo que bien.
- De
acuerdo, entonces si algún día volvemos a vernos recuerda que eres un
triunfador.
- Lo
recordaré.
El
superhéroe se giró y encaminó a la puerta principal para abandonar el edificio.
-
Buff, esto lo podría considerar una victoria contra Dannwond Fighter – murmuré.
Como
si lo hubiese escuchado, paró en seco su andadura y poco a poco empezó a
voltear su cabeza como la niña del exorcista.
-
Nadie...puede...ganarme...
Acto
seguido se lanzó contra mí...
FIN DE DANNWOND FIGHTER 2: PRIMO
FIGHTER Y LA VENGAZA DE LOS BAÑADORES PLAYEROS
Bueno,
ha sido un placer escribir otra historia con Dannwond Fighter y sus amigos, si
queréis ver más historias de este superhéroe visitad Dannwondfighter.loque
nuncadebióserescrito.com o skyyume.blogspot.com.es
Y recordad, las paridas están en vuestros corazones, sacadlas o usad
condones.