miércoles, 16 de enero de 2013

Dannwond Fighter 2 - Primo Fighter y la venganza de los bañadores playeros



Bueno, señoras y señores, esto no es lo que parece y es lo que es. Muchos de vosotros os estaréis preguntando por qué estoy aquí de nuevo, y es de esperar, pero hace tiempo pensé, ¿por qué Dannwond Fighter no podría tener un rival? ¿Ese tío? ¿Un rival? ¿El autor ha muerto de cirrosis? No, sigo vivo, la idea ocurrió a partir de una parida en casa de un amigo, éste se vistió con una bolsa en la cabeza y una medalla en plan “Soy Dios”, cuando me preguntaron que nombre podría tener el tío de al lado dije, pues...en fin, mejor que lo veáis vosotros mismos. Como ya sabéis, esto va a carecer de cualquier sentido, pero esa es su gracia, el mayor estilo Bobobo de todos los tiempos, incluido el mío.

Dar mis agradecimientos a los rotuladores “Pintamos para ti y también para Marco Polo”, la gente de los internados, Flying Kick y el propio Dannwond Fighter que siempre estará en nuestros corazones...no literalmente, eso sería violento...

DANNWOND FIGHTER 2: PRIMO FIGHTER Y LA VENGANZA DE LOS BAÑADORES PLAYEROS

Cuando los conocí no me lo podía creer, luchaban entre ellos como dos seres dignos de una historia de ficción, como dos gemelos hijos de un padre demonio y...ejem...bueno, será mejor que hable con propiedad: la pelea no la entendía nadie, ni siquiera se sabía por qué había objetos como un ajedrez y una máquina de pachinko ahí en medio pero será mejor que empiece desde el principio para que todos conozcan la historia de esos dos...

Mi nombre es Deformed y mi profesión es suicida. Todos los jueves subo a la terraza y digo que me voy a tirar, luego bajo las escaleras y el portero me paga, ni yo sé por qué pero mientras reciba dinero me viene a dar igual sus conclusiones.
El caso es que un día que bajé, el portero había desaparecido. En un principio pensé que se había ido de viaje a Jamaica. Todo el mundo quiere irse allí de viaje. Se ve que es la moda. No entiendo las motivaciones de esas personas, yo prefiero las profundidades del Océano Pacífico.
Continuando con mi historia, decidí ignorar el hecho de que no estaba el portero y volví a casa: “Ya me lo dará el próximo jueves”, pensé...
El caso es que cuando llegó el siguiente jueves y volví a bajar a la portería vi a alguien que me estaba esperando. Iba vestido como el portero pero notaba algo raro en él. Sobre su espalda llevaba colgado un batín rojo a modo de capa, usaba gafas y sonreía como si me quisiera robar la cara, o al menos esa fue la sensación que sentí.
- ¿Qué se le aplica? – preguntó sin preocuparse.
- Esto, ¿es usted el sustituto del portero o algo así?
- Deformed, ¿verdad?
- ¿Cómo?
- Yo...te estaba buscando...
Lo siguiente que recuerdo fue a ese tipo quitándose el traje de portero, y entonces lo reconocí: era aquel al que todo el mundo conocía pero nadie sabía su nombre, aquel a quien todos habían visto pero nadie sabía quien era, él era...Dannwond Fighter.
- ¡Lucha contra mí!
Sus primeras palabras sonaron como un susurro ya que mientras las decía ya me había golpeado con los codos en ambas orejas. Tras esto decidió agarrarme del pelo.
- ¡He venido a decirte que triunfarás en la vida!
Desplazó mi cabeza hasta la pared y comenzó a aporrearme contra ella.
- ¡Vas a ser un triunfador! ¡Triunfador! ¡Triunfador!
Por cada vez que decía aquella palabra mi cabeza era estampada contra el muro. Acto seguido me lanzó hacia la otra punta del recibidor.
- ¡¿Dónde están tus testículos?!
- ¡¿Qué?! – pregunté incrédulo – Soy suicida, los perdí cuando era joven.
- Lo entiendo pero tu sexualidad es ¡DUDOSA!
Volvió a golpearme de nuevo.
- Bien, tengo una misión que encargarte. Espera aquí hasta el próximo jueves. Aquí, donde estás. Presiento que algo malo va a pasar y eso malo no te incumbe. Por eso debes estar aquí.
- ...
- Cuando todo acabe...lucha contra mí...
Sin entender nada, atravesó volando el techo de los diecisiete pisos que tenía el edificio...


- Así que ésta es la ciudad en la que vive Dannwond Fighter... – un hombre con gafas y totalmente desnudo excepto por un bañador apareció encima de un edificio – Debo vengarme por lo que me hizo...


...
Bueno...tras este lapsus del cual no soy responsable continúo con mi historia. El caso es que estaba allí esperando cuando llegó él. Este proceso se produjo de la siguiente manera: ¿os acordáis de que para salir se cargó el techo? Pues para volver simplemente bajó por los agujeros que hizo aquella vez, eso sí, iba con mucho cuidado ya que parecía tener miedo a caerse.
- Las alturas siempre luchan contra mí, son enemigos formidables.
Dicho esto se situó a mi lado.
- Me van a atacar...
Después de estas cuatro palabras algo golpeó a Dannwond Fighter y se lo llevó, atravesando la pared en la que yo fui golpeado.
- ¡THE DANNWOND!

Por algún motivo cuando desperté nos encontrábamos los dos en un parque.
- ¿Qué diablos ha pasado?
- Han debido ser los Masters of Universe, tengo una cita con ellos este domingo.
Sin razón aparente, Dannwond Fighter había sacado una agenda de contactos.
- ...
-¡Veo que sigues como siempre, viejo amigo!
Cuando nos dimos la vuelta descubrimos que no éramos los únicos en ese lugar. Un hombre en bañador se había unido a la fiesta.
Dannwond se quedó unos segundos cavilando.
- ¡Eres tú! ¡Dante!
- ¡¿Qué?! ¿No me reconoces? ¿A mí? ¿Tú nuevo rival?
- ¡Por supuesto, Jonás! ¡Cuánto tiempo!
- ¡Esa es la faceta que más odio de ti! En cualquier caso no tengo tiempo para tonterías. He venido para vengarme, Dannwond Fighter.
- No recuerdo haberte hecho nada ¿Luchaste contra mí en algún momento y perdiste?
- ¡Por desgracia, sí! Yo sólo intentaba crear un mundo mejor y tú lo destruiste. Mejoré la economía de este país, creé empleo, evité desahucios, rebajé los impuestos, y un día viniste y me obligaste a llevar ¡bañador en verano!
- Eso es cruel, por cierto, lo que has dicho me suena a una historia que ya escuché hace algún tiempo, Angar.
- ¡Qué no me llamo así! ¡¿Quieres llamarme por mi verdadero nombre de una vez?!
Dannwond se queda unos momentos pensando, su expresión era seria, y su rostro, sonriente.
- Creo que ya lo sé...eres ese tío.
- ¡Me llamo Primo Fighter, idiota! ¡Ambos somos Fighters, deberías reconocerme enseguida!
- Tiendo a olvidar a todos aquellos que luchan contra mí alguna vez.
- Pues te aseguro que esta vez no lo harás.
De repente Dannwond Fighter me miró y me hizo una señal con la cabeza. Parecía que me estuviese pidiendo que me acercara así que eso fue lo que hice. Al situarme a su lado, él volvió a cogerme de la cabeza y me lanzó contra Primo Fighter.
Sin inmutarse, éste se lanzó contra él, apartándome por el camino y preparándome un café que sabía a gaseosa...de limón...
En cualquier caso aquello se volvió una encarnizada batalla en la que ambos estaban agarrados de las manos y se movían de un lado para otro como si pretendiesen que uno de ellos perdiese el equilibrio antes que el otro.
- Esto es lo que querías, ¿eh? Llevarme a tu terreno – declaró Primo Fighter.
- Lo que no sabes es que tengo un plan.
Fue entonces cuando Dannwond Fighter sacó una hoja de papel donde había escrito la palabra “Plan”, acto seguido la arrugó hasta hacerla una pelota y se la introdujo en la boca a Primo Fighter quien no pudo evitar atragantarse.
- Todo ha salido según el “plan”.
- ¡Gurgh! – exclamó Primo Fighter como si tuviese algo en la garganta.
- No se te entiende cuando hablas, tienes que ir a un oculista.
La ira de su contrincante pareció ir en aumento hasta que alcanzó su límite. En ese momento todo el escenario se volvió oscuro y pretencioso, como en una peli de Chanclot Van Dame.
- ¡Grugh! ¡Gruaghguruagh!
- Los oculistas son para la vista, ¿por qué dices que requieres uno? – preguntó Dannwond Fighter.
- ¡¿Gough?! – Primo Fighter lo miró entre furioso y confuso, ¿acaso no era él quien lo había dicho?
Por fin, Primo Fighter (de ahora en adelante los llamaré DF y PF, así suenan más cool) se desatascó la tubería que era su garganta y pudo hablar.
- Ahora entenderás la furia de mi poder.
De la nada, DF salió volando hacia atrás varios metros y chocó contra un árbol que estaba convenientemente puesto para hacerle daño.
- ¿Qué ha sido eso? – yo mismo no sabía lo que acababa de golpear a DF.
- Es difícil de entender mi poder – rió PF -. Lo llamo telequinesis. Inusual, ¿verdad? Estoy pensando en patentarlo. En cualquier caso, la cosa no acaba ahí, ¡soy el mundo y tú una rata!
- Eso es gratuito – replicó DF mientras se levantaba del suelo -, y a mí me gusta que se pague por las cosas. Tú, ser vivo, vas a pagar.
- ¡NO!
A grito de guerra, PF volvió a lanzar contra el suelo a DF, al parecer utilizando esa extraña “telequinesis” para ejercer presión sobre su espalda y provocar que envejeciera.
- ¡Mi cutis!
- Cargaré sobre ti 50000000000000 de historia moderna.
En ese momento pensé que debía hacer algo. Tenía que ayudar a DF. No sabía por qué, no es que hubiese hecho algo por mí, pero, sabía que era un superhéroe...
- ¡Dannwond! ¡No debes rendirte! ¡Debes ser fuerte! ¡Yo triunfé en la vida gracias a ti! ¡Me llamaste triunfador! ¡Me diste un trabajo! ¡Un futuro! ¡Tú me enseñaste a creer en mí mismo y a reunirme con mi padre desaparecido! ¡Me ayudaste con los problemas que tenía con mi esposa! ¡Gracias a ti conseguí reconciliarme con mis hijos! ¡Es por eso que te ayudaré gritando tu nombre para que algún superpoder raro se active dentro de ti y consigas ganar a tu enemigo!
- Ya lo he entendido – murmuró DF mientras poco a poco comenzaba a vencer la fuerza que lo oprimía hacia el suelo – Ahora entiendo quien soy yo y quien eres tú. Ahora entiendo por qué te ataqué.
- ¿Qué? ¿Está venciendo la presión de mi pirolisis?
DF, ahora en pie, miraba fijamente a los ojos de su adversario con una expresión al más puro estilo “hombre cabreado”.
- Lo recuerdo todo. Recuerdo que tú y yo fuimos a la misma escuela de Fighters, nos llamaban de alguna manera, algo como los “Masters”, sé que había más delante de ese apodo pero eso carece de importancia.
- Je, me alegra ver que has recuperado la memoria. Entonces sabrás la injusticia que cometiste al condenarme a llevar esta mierda por pantalones.
- No...no cometí ninguna injusticia...
- ¿Qué?
- ¡Te bañabas con una cota de malla! ¡Te ahogabas siempre que te metías en el agua y por eso te puse bañador!
- Eso es imposible...
- No del todo...tengo urticaria, ¿no te dice nada?
- No.
- A mí tampoco.
DF se acercó a gran velocidad hacia PF y lo golpeó en el estómago provocando que éste vomitara un ajedrez y una máquina de pachinko, además de dos juegos del parchís, uno de la oca, tres del trivial y alguna que otra visual novel.
- Ya has hecho suficiente daño a máquinas inocentes. Hoy llegó tu hora.
Como si todas sus habilidades se hubiesen potenciado, DF comenzó a golpear a PF de forma indiscriminada, no obstante, PF no iba a rendirse.
- ¡Esto es una batalla épica!
A ambos les surgió un aura alrededor al más puro estilo nórdico y le brillaron los ojos cuales robots de la serie “Mate a Braam”.
- Éste será el golpe final Dannwond Fighter.
- He comido tortilla esta mañana.
- ¡AAAAAAAAAAAAAH!
- ¡EEEEEEEEEEEEEEEH!
Se produjo un choque entre ambas partes y una explosión que destrozó todo el parque. Cuando el área fue reconstruida por unos obreros estadounidenses, se pudo ver el resultado de la batalla...

- Supongo...que esto es un empate...
- Sí, tienes razón.
Dannwond Fighter, quien se encontraba totalmente ileso, observaba a un Primo Fighter cuyos brazos estaban fracturados, sus vísceras asomaban por debajo del abdomen y sus piernas habían ido a parar a algún área del parque, hoy en día dichas piernas están en búsqueda y captura...
- Volveré, Dannwond Fighter. La próxima vez esto será más que un mero empate.
- Por cierto, esas visual novels que vomitaste...
- ¿Sí?
- Están en mi Blacklist.
- Je, lo suponía.
Tras decir esto, la mitad del cuerpo de Primo Fighter salió volando.
- Te estaré vigilando...
Finalmente, desapareció en el horizonte...

Era jueves otra vez cuando bajé de la terraza para recibir mi paga. Supuestamente el portero ya había vuelto de sus vacaciones así que era de esperar que estuviese allí para darme mi dinero. Sin embargo me encontré con Dannwond Fighter, quien me miró con complicidad.
- Me has salvado la vida, Francisco.
- Creía que me llamaba Deformed.
- Te pega más Francisco.
- ¿A qué has venido?
- A agradecértelo. A cambio de lo que has hecho por mí, he decidido que no voy a enfrentarme a ti. Vas a ser el primero que se libre de un combate contra Dannwond Fighter, ¿qué te parece la oferta?
- Supongo que bien.
- De acuerdo, entonces si algún día volvemos a vernos recuerda que eres un triunfador.
- Lo recordaré.
El superhéroe se giró y encaminó a la puerta principal para abandonar el edificio.
- Buff, esto lo podría considerar una victoria contra Dannwond Fighter – murmuré.
Como si lo hubiese escuchado, paró en seco su andadura y poco a poco empezó a voltear su cabeza como la niña del exorcista.
- Nadie...puede...ganarme...
Acto seguido se lanzó contra mí...

FIN DE DANNWOND FIGHTER 2: PRIMO FIGHTER Y LA VENGAZA DE LOS BAÑADORES PLAYEROS

Bueno, ha sido un placer escribir otra historia con Dannwond Fighter y sus amigos, si queréis ver más historias de este superhéroe visitad Dannwondfighter.loque nuncadebióserescrito.com o skyyume.blogspot.com.es
Y recordad, las paridas están en vuestros corazones, sacadlas o usad condones.